Nadie se ha vuelto pobre jamás por dar.
No os espante la pobreza; nadie vive tan pobre como nació.
A los niños nadie les enseña algunas cosas indispensables, como arreglar una llave que gotea, sobornar a un funcionario o cortarle el pelo al perro.
A nadie cuesta más que a aquel que mucho desea.
A nadie ha hecho rico el cultivo del ingenio.
A nadie le amarga un dulce, aunque tenga otro en la boca.
A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad.
A nadie pedí la vida. Me esfuerzo por aceptar, sin júbilo ni rabia, todo lo que la vida ofrece. Partiré sin preguntar al prójimo acerca de mi curiosa permanencia en este mundo.
A nadie se le dio veneno en risa.
A nadie te pareces, desde que yo te amo.
A pobre viene quien gasta más de lo que tiene.
A quien nada vale, no le envidia nadie.
A quien vive pobre por morir rico, llámale borrico.
A solas soy alguien. En la calle nadie.
Al pobre le faltan muchas cosas; al avaro, todas.
Al que juró hasta que ya nadie confió en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca.
Albergue pobre. Los gemidos del perro en la lluvia nocturna.
Algunos dicen que el trabajo duro no ha matado a nadie, pero yo me digo ¿Por qué arriesgarse?
Amigos. Nadie más. El resto es selva.
Amistades que son ciertas nadie las puede turbar.
Antes de acabar, nadie se debe alabar.
Antes mujer de un pobre que manceba de un conde.
Así como el individuo no está solo en el grupo, ni nadie es la sociedad solo entre los demás, el hombre no está solo en el universo.
Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.
Bien lo sabe Dios, que en el mundo del amor, no habrá nadie que te quiera más que yo.